
Las mejores preguntas que demuestran que estamos escuchando atentamente son las preguntas abiertas. Estas preguntas permiten que nuestro interlocutor continúe hablando y desvelando sus conocimientos. Además, estas preguntas deben estar relacionadas con el mensaje que estamos escuchando.
Ejemplo de preguntas relacionadas con el discurso que hemos escuchado son:
- ¿Cuál era el nombre de la venta?
- ¿Dónde estaba la venta?
- ¿Quién le armó caballero?
- ¿Cómo le armaron caballero?
- ¿Cuándo le armaron cabellero?
- ¿Quién era el huésped que le dio los consejos?
- ¿Quién era el labrador?
- ¿Por qué consideraba al labrador que podría ser escudero?
- ¿Cuál era la aldea de Don Quijote?
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