Mientras estamos escuchando durante la entrevista, nuestro interlocutor puede realizar afirmaciones, ataques o peticiones, ante los cuales nos veremos obligados a llevarle la contraria. La escucha activa implica captar la totalidad del mensaje e interpretarlo desde el punto de vista de nuestro interlocutor. Ponernos en su lugar, no quiere decir que compartamos su opinión. Su mensaje puede contener afirmaciones, ataques o peticiones cuya aceptación por nuestra parte puede acarrear problemas para nosotros. Ante estas afirmaciones, ataques o peticiones nos vemos obligados a decirle “no” a nuestro interlocutor, pero sin crear un conflicto.
La asertividad es la virtud de saber decir "no" sin ser agresivo, es decir, la capacidad de decir "no" a nuestro interlocutor sin crear un conflicto.
La asertividad y la escucha activa no son conceptos contrapuestos. Es más, debemos ser asertivos mientras practicamos la escucha activa. Cuando nos encontremos ante afirmaciones, ataques o peticiones que no podamos hacer frente, debemos comunicárselo claramente, honestamente y con el máximo respeto.
Existen tres tipos de personas:
Hay gente que se comporta con asertividad normalmente. Pero, ¿pueden aprender a ser asertivos aquellos que por su carácter no lo son? La respuesta es sí. La asertividad es un hábito de conducta, y como tal, se puede aprender.
Te presentamos las técnicas para ser asertivos mientras practicamos la escucha activa:
Los consejos para convertirnos en un oyente empático son: